El estado de
Tlaxcala es una de las 32 entidades federativas de México. Es el estado de
menor extensión del país. Su territorio es mayor al del Distrito Federal,
aunque éste no es un estado.
El territorio
de Tlaxcala tiene dos grandes llanos: el de Calpulalpan y Huamantla. Tiene un
clima templado la mayor parte del año, que permite una gran diversidad de flora
y fauna. Esto propició que se asentaran grupos humanos hace más de 8,000 años
en el Cerro de La Gloria y se fundara el poblado de Atlihuetzía. En la época
Prehispánica, Tlaxcala fue de las zonas más pobladas por culturas como la
arcaica al sur, la cual habitó mil años antes de Cristo y otomíes al norte. Los
Olmecas Xicalancas fundaron la ciudad de Cacaxtla.
La altitud
media del estado es de 2.230 msnm, propiciando un clima templado-subhúmedo en
la parte centro-sur, semifrío-subhúmedo al norte y frío en las cercanías del
volcán Malintzin.
Arte Popular
Las
manifestaciones artísticas desde la época prehispánica se combinaron y enriquecieron
con elementos europeos, el resultado fue el surgimiento de nuevas formas que
supusieron conjugarse admirablemente. Algunas de las artesanías tienen sus
orígenes en la época prehispánica como es el caso de los textiles que se hacían
en telares de cintura y con técnicas muy rudimentarias. Limpiaban y maceraban
las fibras del maguey, palma, lechuguilla y algodón, hasta hacerlas flexibles,
después las teñían con colorantes vegetales o minerales. La actividad
tlaxcalteca es un trabajo que regularmente se realiza en el hogar, en muchos
casos se conjuga con el trabajo agropecuario, se dedican a ella personas de
todas las edades; además de basan en conocimientos y técnicas transmitida de
padres a hijos por tradición oral.
Talavera y Bordados
En San Pablo
del Monte, se trabaja con verdadera maestría, la cerámica tipo talavera también
el ónix y los cuadros popotillo, Ixtenco elabora hermosas prendas de algodón,
donde los hábiles bordadores otomíes reproducen sobre las telas, sin dibujo,
figuras prehispánicas y coloniales mezcladas con singular armonía, también se realizan
alfombras y cuadros de semillas de diferentes cereales que forman figuras,
paisajes e imágenes religiosas.
Barro y Pirotecnia
Tlaxco es
famoso por sus orfebres de la plata, donde confluyen elementos prehispánicos y
coloniales, empleando la técnica de la cera perdida. En Atltzayanca se fabrica
bellos salterios de gran sonoridad, tradición que viene del siglo XVIII. La
cestería de Nativitas y Santa Apolonia Teacalco. El barro vidriado y comales de
Tzompantepec y la Trinidad Tenexyecac.
Sarapes
En Contla,
Chiautempan e Ixcotla, se fabrican los hermosos sarapes, tapetes y gobelinos
que conservan las formas y colores de nuestros antepasados, conocidos como
saltillos. San Sebastián Atlahapa mantiene viva una antigua tradición
artesanal, el barrio bruñido. Tlatempan, crea las más hermosas mascaras de
carnaval.
Alebrijes
Ixtacuixtla,
realiza con gran maestría alebrijes, artesanías de cartón, elaborando mascaras,
figuras para carros alegóricos, entre otro. En Xaltocan los canteros plasman
con gran habilidad cualquier forma y figura para fuentes, bases de mesas,
macetones, entre otros. Españita elabora las más variadas figuras con hoja seca
de maíz conocida con el nombre en nahual, totomoxtli o totomoxtle.
Gastronomía
Es una
herencia milenaria de nuestros antepasados prehispánicos enriquecida con
ingredientes españoles que dan forma a una multitud de sabores, aromas y
colores que son una auténtica delicia. La mezcla de la comida prehispánica con
los ingredientes y carnes traídas de Europa, dieron un critol de sabores y
olores. El maguey, el nopal y las hierbas de campo se convirtieron en elementos
principales de la comida típica y regional de Tlaxcala. Ensaladas como la de
lengüitas, nopales y quintoniles, huevo de maguey. Los tlatloyos rellenos de acoyote,
flor de frijol, haba, albergó o garbanzo. Las Sopas como: tlaxcalteca de frijol
molido y tortilla fría; las tlatlapas a base de frijol molido, epazote y
nopales; caldo de habas; sopa de malvas; nopales navegantes; sopa de flor de
calabaza o frijol nuevo, crema de huitlacoche; sopa de hongos. En el plato
fuerte: pollo Tocatlan envuelto en mixiote con nopales y cocido al vapor, mole
de guajolote acompañado de tamales de ombligo y de frijol, mole prieto a base
de carne de cerdo, maíz martajado y chipotle acompañado con tamales tontos;
pipián verde con semilla de calabaza; pollo al pulque; tortitas de huazontle;
tortas de amaranto; mole de epazote, indios vestidos entre otros. Los postres
como el requesón con miel de piloncillo, muéganos de Huamantla y Chiautempan;
el dulce de alegría; el pan de fiesta con helado o frutas cristalizadas como:
higos, tejocotes, y duraznos. En cuantos a las bebidas: el pulque natural o
curado, el aguamiel y el agua de amaranto.
Tradiciones
Día de muertos
Considerada
cuna de la nación y el mestizaje, en Tlaxcala se entrelazan la tradición
prehispánica con la española en fiestas y ferias populares, donde por supuesto
la celebración de Día de Muertos no es la excepción. En la época prehispánica
el culto a los muertos tenía una duración de 40 días.
En Tlaxcala
(que en lengua náhuatl significa “lugar de pan o maíz y tortilla”), la
festividad de Todos los Santos es una gran tradición mestiza que los
tlaxcaltecas viven con un gran respeto y religiosidad católica.
Así lo asegura
Desiderio Hernández Xochitiotzin, cronista del estado, en entrevista con Buen
Viaje Internacional. “Desde el punto de vista histórico, el Día de Muertos es
un fenómeno sincrético de profunda religiosidad popular, que tiene determinadas
características de acuerdo a las zonas geográficas y culturales”.
En estas
fechas del 28 al 02 de noviembre, Tlaxcala viste de papel china picado sus
altares donde se colocan ricos alimentos, entre ellos no puede faltar el
tradicional pan de muerto, mole, tamales, atole, dulce de camote o la exquisita
calabaza en tacha. También se viste de flores de cempaxuchitl y garra de león
cultivada en las tierras de los municipios de Tepeyanco y Zacatelco. Todo esto
junto el rico aroma del copal para dar bienvenida a nuestros difuntos.
Carnavales
Cabe destacar
una de las principales costumbres en el Estado de Tlaxcala; su folklorico
Carnaval lleno de color y armonìa, este inicia el viernes anterior al miércoles
de ceniza con el tormento del traga fuegos, que consiste en quemar un muñeco
representativo del mal humor; después se quema el ataúd de tristeza, rencores y
enojos, para dar paso a la alegría. Son muchos los eventos del Carnaval en
Tlaxcala, pero los más atractivos son las danzas de los huehues (viejos),
llamados así de manera genérica; artistas populares que dedican su vida a
conservar su bella tradición: Entre 20 y 40 huehues forman una camada que, de
acuerdo a la región, a sus danzas y atuendos reciben un nombre específico. No
tenemos espacio para describir las camadas, por lo que solo mencionaremos las
más importantes y el lugar donde ejecutan sus danzas: Los Catrines de Santa
Cruz Tlaxcala, San Bernardino y San Miguel Contla, San Nicolás Panotla y Amaxac
de Guerrero. Las Cintas de San Juan Totolac y Santa Ana Chiautempan. Las
Cuadrillas de San Dionisio Yauhquemehcan, El Rosario Ocotoxco, Santa Úrsula
Zimatepec, Santa Anita Huiloac, Santa María Atlihuetzia y San Esteban Tizatlán.
Los Cuchillos de Toluca de Guadalupe, en el municipio de Terrenate. Los Charros
de San Francisco Tepeyanco y Santa María Acuitlapilco. Los Chivarrudos de Santa
Inés Zacatelco y San Luis Teolocholco y la representación de “El Rapto de la
Hija del Corregidor por Agustín Lorenzo” en Nativitas. El sábado y domingo
previos al martes de carnaval, se realiza la celebración de la Virgen de
Ocotlán. El tercer lunes de mayo, con la procesión de la “Bajada” de la Virgen
a la ciudad de Tlaxcala. Las calles se adornan con flores, papeles, festones y
largas alfombras de flores y aserrín de colores. Entre otros lugares visita la
Parroquia de San José y el Exconvento franciscano en lo que se celebra misa. De
regreso, en la Capilla del Posito de Agua Milagrosa (donde se apareció), se
oficia la última misa fuera de su bellísimo Santuario.
Durante los
meses de febrero y marzo, el viernes anterior al miércoles de ceniza da inicio
el carnaval con el entierro del mal humor en diversas comunidades del estado,
la música, el baile y la alegría son características de esta celebración. Es la
llamada “Fiesta de la Carne”, en donde sus habitantes, vecinos de Puebla,
Hidalgo y el Estado de México, visten atuendos típicos y trajes estrafalarios
para celebrar y divertirse en el ya tradicional Carnaval de Tlaxcala.
Las danzas de
huehues son las más representativas y las forman entre 20 y hasta 40 parejas, las
cuales se nombran de acuerdo a la región a la que pertenezcan, las más
conocidas son: Los "Chivarrudos" en el sur del Estado, especialmente
en Papalotla, Xicohtzinco y Zacatelco. Los danzantes vestidos con pantalones de
cuero y portando sombreros de varas y papeles de colores hacen una remenbranza
de los tiempos porfiarianos, cuando se arreaba el ganado por los caminos.
El municipio
de Papalotla, durante los últimos diez años se ha convertido en el más
representativo de la zona, debido a su colorido y variado evento de carnaval
que realizan, el cual tiene una duración de dos días completos y se integra con
desfiles de presentación y remate por parte de las camadas de cada barrio del
municipio, las que deleitan con sus bailes a los espectadores de municipios
vecinos que se dan cita en el centro municipal de Papalotla, así también de
llevan a cabo bailes populares que tienen lugar por la noche el segundo día de
carnaval, el día conocido como "remate". Las "cuadrillas de
catrines" o "catrifacios", de influencia francesa, se bailaron
en los salones elegantes durante el siglo pasado. La clase social menos
favorecida las empezó a interpretar en forma burlesca, imitando la vestimenta,
la música y los movimientos de los ricos. Ahora se continua bailando, especialmente
en los días de carnaval en Contla, Panotla, Amaxac de Guerrero, Santa Cruz
Tlaxcala, Tizatlan, Terrenate, Yauhquemecan y Atlihuetzia. Los danzantes usan
levita cruzada y sorbete (sombrero de copa), grandes pañuelos con los que se
cubren parte de la cabeza y los hombros, y el paraguas que abren durante el
baile. La cara la llevan cubierta con máscaras o pañuelos.
La danza de
los "charros" de la "culebra", de carácter ritual
prehispánico, se originó en las regiones de Papalotla, al pie de la Malinche y
de Mazatecochco, aunque últimamente también se baila en Tepeyanco y
Acuitlapilco en época de carnaval. Durante su interpretación hacen tronar los
chicotes bajo los pies de los danzantes para representar el estallido de los
relámpagos. Se baila con trajes y penachos de plumas de avestruz.
La danza de
los "cuchillos", de esencia indígena, se baila en el carnaval y en
algunas fiestas religiosas en Terrenate y Toluca de Guadalupe, en cuyas
haciendas se originó. Los ejecutantes llevan traje de gran colorido, máscaras y
reatas y algunos atan a sus tobillos cuchillos de acero que suenan al bailar.
Las
"cintas" es una danza de San Juan Totolac, de influencia indígena y
religiosa. Uno de los participantes pasa al centro del círculo llevando una
gran madero con cintas de colores que los bailadores tejen y destejen,
elaborando hermosas figuras. Los "huehues" o baile de los
"viejos", se baila en carnaval en Papalotla. Ejecutan polkas,
lanceros, cuadrillas y taragotedas. Usan pantalón negro, levita cruzada,
chistera, bastón y máscaras rojas.
Huamantlada
Aguilar en su
campaña por España y presencio los sanfermines, los cuales por entusiasmo y
compromiso de estas personas y varias más, realizaron este encierro en
Huamantla, que en sus primeros años era una copia de los encierros de Pamplona,
denominándolos Pamplonada, el cual consiste en correr los toros des de un
corral exprofeso por las calles hasta llegar a la plaza de toros para que en la
tarde fueran lidiados en la corrida principal de la feria, y el cartel de ese
primer encierro en Huamantla o pamplonada fueron 6 toros de Piedras Negras para
Manuel Capetillo, Jorge "El Ranchero" Aguilar Y Rafael García, varios
años se realizó de la misma manera pero al final de la década de los sesenta
los matadores empezaron a protestar y no querer lidiar la corrida de ese día
por que en el trayecto de los toros a la plaza no faltaba quien quisiera dar un
capotazo o carios, y los toros no llegaban en las condiciones óptimas para una
buena lidia, lo cual representaba peligro para el matador, así es como cambia
el nombre y la forma de pamplonada a huamantlada y esta última consiste en
soltar los toros en la calle estos toros se compran espacialmente para
torearlos en la calle exclusivamente, en cajones a las 12 del día del último
sábado de feria.
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