domingo, 2 de noviembre de 2014

DIVERSIDAD CULTURAL-Tlaxcala

El estado de Tlaxcala es una de las 32 entidades federativas de México. Es el estado de menor extensión del país. Su territorio es mayor al del Distrito Federal, aunque éste no es un estado.
El territorio de Tlaxcala tiene dos grandes llanos: el de Calpulalpan y Huamantla. Tiene un clima templado la mayor parte del año, que permite una gran diversidad de flora y fauna. Esto propició que se asentaran grupos humanos hace más de 8,000 años en el Cerro de La Gloria y se fundara el poblado de Atlihuetzía. En la época Prehispánica, Tlaxcala fue de las zonas más pobladas por culturas como la arcaica al sur, la cual habitó mil años antes de Cristo y otomíes al norte. Los Olmecas Xicalancas fundaron la ciudad de Cacaxtla.
La altitud media del estado es de 2.230 msnm, propiciando un clima templado-subhúmedo en la parte centro-sur, semifrío-subhúmedo al norte y frío en las cercanías del volcán Malintzin.

Arte Popular

Las manifestaciones artísticas desde la época prehispánica se combinaron y enriquecieron con elementos europeos, el resultado fue el surgimiento de nuevas formas que supusieron conjugarse admirablemente. Algunas de las artesanías tienen sus orígenes en la época prehispánica como es el caso de los textiles que se hacían en telares de cintura y con técnicas muy rudimentarias. Limpiaban y maceraban las fibras del maguey, palma, lechuguilla y algodón, hasta hacerlas flexibles, después las teñían con colorantes vegetales o minerales. La actividad tlaxcalteca es un trabajo que regularmente se realiza en el hogar, en muchos casos se conjuga con el trabajo agropecuario, se dedican a ella personas de todas las edades; además de basan en conocimientos y técnicas transmitida de padres a hijos por tradición oral.

Talavera y Bordados

En San Pablo del Monte, se trabaja con verdadera maestría, la cerámica tipo talavera también el ónix y los cuadros popotillo, Ixtenco elabora hermosas prendas de algodón, donde los hábiles bordadores otomíes reproducen sobre las telas, sin dibujo, figuras prehispánicas y coloniales mezcladas con singular armonía, también se realizan alfombras y cuadros de semillas de diferentes cereales que forman figuras, paisajes e imágenes religiosas.

Barro y Pirotecnia

Tlaxco es famoso por sus orfebres de la plata, donde confluyen elementos prehispánicos y coloniales, empleando la técnica de la cera perdida. En Atltzayanca se fabrica bellos salterios de gran sonoridad, tradición que viene del siglo XVIII. La cestería de Nativitas y Santa Apolonia Teacalco. El barro vidriado y comales de Tzompantepec y la Trinidad Tenexyecac.

Sarapes

En Contla, Chiautempan e Ixcotla, se fabrican los hermosos sarapes, tapetes y gobelinos que conservan las formas y colores de nuestros antepasados, conocidos como saltillos. San Sebastián Atlahapa mantiene viva una antigua tradición artesanal, el barrio bruñido. Tlatempan, crea las más hermosas mascaras de carnaval.

Alebrijes

Ixtacuixtla, realiza con gran maestría alebrijes, artesanías de cartón, elaborando mascaras, figuras para carros alegóricos, entre otro. En Xaltocan los canteros plasman con gran habilidad cualquier forma y figura para fuentes, bases de mesas, macetones, entre otros. Españita elabora las más variadas figuras con hoja seca de maíz conocida con el nombre en nahual, totomoxtli o totomoxtle.

Gastronomía

Es una herencia milenaria de nuestros antepasados prehispánicos enriquecida con ingredientes españoles que dan forma a una multitud de sabores, aromas y colores que son una auténtica delicia. La mezcla de la comida prehispánica con los ingredientes y carnes traídas de Europa, dieron un critol de sabores y olores. El maguey, el nopal y las hierbas de campo se convirtieron en elementos principales de la comida típica y regional de Tlaxcala. Ensaladas como la de lengüitas, nopales y quintoniles, huevo de maguey. Los tlatloyos rellenos de acoyote, flor de frijol, haba, albergó o garbanzo. Las Sopas como: tlaxcalteca de frijol molido y tortilla fría; las tlatlapas a base de frijol molido, epazote y nopales; caldo de habas; sopa de malvas; nopales navegantes; sopa de flor de calabaza o frijol nuevo, crema de huitlacoche; sopa de hongos. En el plato fuerte: pollo Tocatlan envuelto en mixiote con nopales y cocido al vapor, mole de guajolote acompañado de tamales de ombligo y de frijol, mole prieto a base de carne de cerdo, maíz martajado y chipotle acompañado con tamales tontos; pipián verde con semilla de calabaza; pollo al pulque; tortitas de huazontle; tortas de amaranto; mole de epazote, indios vestidos entre otros. Los postres como el requesón con miel de piloncillo, muéganos de Huamantla y Chiautempan; el dulce de alegría; el pan de fiesta con helado o frutas cristalizadas como: higos, tejocotes, y duraznos. En cuantos a las bebidas: el pulque natural o curado, el aguamiel y el agua de amaranto.

Tradiciones

Día de muertos

Considerada cuna de la nación y el mestizaje, en Tlaxcala se entrelazan la tradición prehispánica con la española en fiestas y ferias populares, donde por supuesto la celebración de Día de Muertos no es la excepción. En la época prehispánica el culto a los muertos tenía una duración de 40 días.
En Tlaxcala (que en lengua náhuatl significa “lugar de pan o maíz y tortilla”), la festividad de Todos los Santos es una gran tradición mestiza que los tlaxcaltecas viven con un gran respeto y religiosidad católica.

Así lo asegura Desiderio Hernández Xochitiotzin, cronista del estado, en entrevista con Buen Viaje Internacional. “Desde el punto de vista histórico, el Día de Muertos es un fenómeno sincrético de profunda religiosidad popular, que tiene determinadas características de acuerdo a las zonas geográficas y culturales”.
En estas fechas del 28 al 02 de noviembre, Tlaxcala viste de papel china picado sus altares donde se colocan ricos alimentos, entre ellos no puede faltar el tradicional pan de muerto, mole, tamales, atole, dulce de camote o la exquisita calabaza en tacha. También se viste de flores de cempaxuchitl y garra de león cultivada en las tierras de los municipios de Tepeyanco y Zacatelco. Todo esto junto el rico aroma del copal para dar bienvenida a nuestros difuntos.

Carnavales

Cabe destacar una de las principales costumbres en el Estado de Tlaxcala; su folklorico Carnaval lleno de color y armonìa, este inicia el viernes anterior al miércoles de ceniza con el tormento del traga fuegos, que consiste en quemar un muñeco representativo del mal humor; después se quema el ataúd de tristeza, rencores y enojos, para dar paso a la alegría. Son muchos los eventos del Carnaval en Tlaxcala, pero los más atractivos son las danzas de los huehues (viejos), llamados así de manera genérica; artistas populares que dedican su vida a conservar su bella tradición: Entre 20 y 40 huehues forman una camada que, de acuerdo a la región, a sus danzas y atuendos reciben un nombre específico. No tenemos espacio para describir las camadas, por lo que solo mencionaremos las más importantes y el lugar donde ejecutan sus danzas: Los Catrines de Santa Cruz Tlaxcala, San Bernardino y San Miguel Contla, San Nicolás Panotla y Amaxac de Guerrero. Las Cintas de San Juan Totolac y Santa Ana Chiautempan. Las Cuadrillas de San Dionisio Yauhquemehcan, El Rosario Ocotoxco, Santa Úrsula Zimatepec, Santa Anita Huiloac, Santa María Atlihuetzia y San Esteban Tizatlán. Los Cuchillos de Toluca de Guadalupe, en el municipio de Terrenate. Los Charros de San Francisco Tepeyanco y Santa María Acuitlapilco. Los Chivarrudos de Santa Inés Zacatelco y San Luis Teolocholco y la representación de “El Rapto de la Hija del Corregidor por Agustín Lorenzo” en Nativitas. El sábado y domingo previos al martes de carnaval, se realiza la celebración de la Virgen de Ocotlán. El tercer lunes de mayo, con la procesión de la “Bajada” de la Virgen a la ciudad de Tlaxcala. Las calles se adornan con flores, papeles, festones y largas alfombras de flores y aserrín de colores. Entre otros lugares visita la Parroquia de San José y el Exconvento franciscano en lo que se celebra misa. De regreso, en la Capilla del Posito de Agua Milagrosa (donde se apareció), se oficia la última misa fuera de su bellísimo Santuario.
Durante los meses de febrero y marzo, el viernes anterior al miércoles de ceniza da inicio el carnaval con el entierro del mal humor en diversas comunidades del estado, la música, el baile y la alegría son características de esta celebración. Es la llamada “Fiesta de la Carne”, en donde sus habitantes, vecinos de Puebla, Hidalgo y el Estado de México, visten atuendos típicos y trajes estrafalarios para celebrar y divertirse en el ya tradicional Carnaval de Tlaxcala.
Las danzas de huehues son las más representativas y las forman entre 20 y hasta 40 parejas, las cuales se nombran de acuerdo a la región a la que pertenezcan, las más conocidas son: Los "Chivarrudos" en el sur del Estado, especialmente en Papalotla, Xicohtzinco y Zacatelco. Los danzantes vestidos con pantalones de cuero y portando sombreros de varas y papeles de colores hacen una remenbranza de los tiempos porfiarianos, cuando se arreaba el ganado por los caminos.
El municipio de Papalotla, durante los últimos diez años se ha convertido en el más representativo de la zona, debido a su colorido y variado evento de carnaval que realizan, el cual tiene una duración de dos días completos y se integra con desfiles de presentación y remate por parte de las camadas de cada barrio del municipio, las que deleitan con sus bailes a los espectadores de municipios vecinos que se dan cita en el centro municipal de Papalotla, así también de llevan a cabo bailes populares que tienen lugar por la noche el segundo día de carnaval, el día conocido como "remate". Las "cuadrillas de catrines" o "catrifacios", de influencia francesa, se bailaron en los salones elegantes durante el siglo pasado. La clase social menos favorecida las empezó a interpretar en forma burlesca, imitando la vestimenta, la música y los movimientos de los ricos. Ahora se continua bailando, especialmente en los días de carnaval en Contla, Panotla, Amaxac de Guerrero, Santa Cruz Tlaxcala, Tizatlan, Terrenate, Yauhquemecan y Atlihuetzia. Los danzantes usan levita cruzada y sorbete (sombrero de copa), grandes pañuelos con los que se cubren parte de la cabeza y los hombros, y el paraguas que abren durante el baile. La cara la llevan cubierta con máscaras o pañuelos.

La danza de los "charros" de la "culebra", de carácter ritual prehispánico, se originó en las regiones de Papalotla, al pie de la Malinche y de Mazatecochco, aunque últimamente también se baila en Tepeyanco y Acuitlapilco en época de carnaval. Durante su interpretación hacen tronar los chicotes bajo los pies de los danzantes para representar el estallido de los relámpagos. Se baila con trajes y penachos de plumas de avestruz.
La danza de los "cuchillos", de esencia indígena, se baila en el carnaval y en algunas fiestas religiosas en Terrenate y Toluca de Guadalupe, en cuyas haciendas se originó. Los ejecutantes llevan traje de gran colorido, máscaras y reatas y algunos atan a sus tobillos cuchillos de acero que suenan al bailar.
Las "cintas" es una danza de San Juan Totolac, de influencia indígena y religiosa. Uno de los participantes pasa al centro del círculo llevando una gran madero con cintas de colores que los bailadores tejen y destejen, elaborando hermosas figuras. Los "huehues" o baile de los "viejos", se baila en carnaval en Papalotla. Ejecutan polkas, lanceros, cuadrillas y taragotedas. Usan pantalón negro, levita cruzada, chistera, bastón y máscaras rojas.

Huamantlada


Aguilar en su campaña por España y presencio los sanfermines, los cuales por entusiasmo y compromiso de estas personas y varias más, realizaron este encierro en Huamantla, que en sus primeros años era una copia de los encierros de Pamplona, denominándolos Pamplonada, el cual consiste en correr los toros des de un corral exprofeso por las calles hasta llegar a la plaza de toros para que en la tarde fueran lidiados en la corrida principal de la feria, y el cartel de ese primer encierro en Huamantla o pamplonada fueron 6 toros de Piedras Negras para Manuel Capetillo, Jorge "El Ranchero" Aguilar Y Rafael García, varios años se realizó de la misma manera pero al final de la década de los sesenta los matadores empezaron a protestar y no querer lidiar la corrida de ese día por que en el trayecto de los toros a la plaza no faltaba quien quisiera dar un capotazo o carios, y los toros no llegaban en las condiciones óptimas para una buena lidia, lo cual representaba peligro para el matador, así es como cambia el nombre y la forma de pamplonada a huamantlada y esta última consiste en soltar los toros en la calle estos toros se compran espacialmente para torearlos en la calle exclusivamente, en cajones a las 12 del día del último sábado de feria.

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